Vacuna contra SARS CoV-2


Muchas cosas se están diciendo acerca de las vacunas y lo cierto es que pocos son los datos que nos anime a ponernos la. La cosa se esta empeorando en todas partes y parece que no hubiera fin a esta pesadilla que comenzó el año pasado.

Cuando recién nos enteramos de que había salido la vacuna, yo era una de las personas que opinaban que quizás debía de esperar un tiempo para ver qué reacción hacía al resto de población y si todo iba bien yo me la pondría y si no al menos me había salvado. Pero en el momento en que me encontré con la cuestión de frente, el momento en el que mi jefa me preguntó si quería la vacuna, me di cuenta de que ésa era quizás una señal de que tenía dar un paso adelante y ponerme la. En ese mismo momento hicimos las citas para las dos vacunas; la primera el día 14 de diciembre y la segunda para el día 11 de enero del 2021. Cuando por fin llegó el día en que tenía que ponerme la vacuna, estaba muy nervioso, tenía muchísimas cosas rondando por mi cabeza y la sensación de que quizás no debiera al final de cuentas ponerme la vacuna. Así que, ahí estaba yo esperando mi turno en una fila larga de un pasillo frío del hospital donde trabajo, sin saber realmente que me iba a suceder.

Yo recibí mi primera vacuna el 14 de diciembre, fue un momento de muchos nervios e incertidumbre por qué no sabía realmente qué va a pasar. Se había dicho que las personas que habían tenido alguna clase de reacción a otros medicamentos no debían ponerse la inyección y aunque yo había tenido una reacción previa a un medicamento, esta no había sido tan grave como para ponerlo de excusa y no inyectarme la vacuna.

Cuando me llamaron pasé a otra sala donde habían muchas personas sentadas en diferentes sillas. Un chico muy agradable me atendió y me sentó en la silla mientras él ponía mis datos en el ordenador. Yo tenía mi identificación en mi ropa ya que estaba trabajando en las oficinas, así que él sabía que yo era empleado del hospital. Quizás será por eso por lo que cuando me vio con muchas dudas me dijo que si quería yo podría hablar con el jefe del departamento y quizás él siendo médico, podría despejar mejor mis dudas. Evidentemente yo acepté porque estaba ocupando un espacio que podía ser usado por otra persona que tendría quizás menos dudas que yo. Cuando por fin hablé con el médico, regresé a mi asiento y pedí que continuara con la vacunación.

El pinchazo no me dolió y tampoco la entrada del líquido en mi organismo. Era como si me hubiese inyectado simplemente agua. Una vez que recibir la vacuna de alguna forma me sentí más en paz conmigo mismo y con la situación. Era la primera persona de mi familia que recibía la vacuna y por lo que parece, era el primer español o mejor aún, el primer canario que recibía la vacuna. Evidentemente ya había escrito en mi Facebook que me iba a poner la vacuna y una vez que lo hice también puse que me había puesto la vacuna. Rápidamente empecé a recibir invitaciones para aparecer en programas de televisión y explicar cómo fue que acabé poniéndome la vacuna y además que sentí.

Pocas horas más tarde empecé a tener un poco de dolor de cabeza que me habían dicho que era normal, más tarde comenzó una sensación de sueño que se apoderaba de mí, no podía abrir los ojos, era muy difícil mantener incluso en la conversación. Me estaba muriendo del sueño. Otro de los síntomas que tuve fue un ligero dolor en la zona de la inyección y además sentía que mi brazo era más pesado. Todo esto formaba parte de los efectos secundarios de la vacuna, o al menos los efectos secundarios más ligeros.

Hoy me he puesto la segunda dosis de la vacuna, un día antes de lo que estaba previsto. El Gobierno ahora quiere que la gente se ponga la vacuna 12 semanas después de la primera dosis, pero como yo soy clínicamente vulnerable, han decidido que me podía poner la vacuna respetando los 28 días desde la primera dosis. Otra vez siento sueño, dolor de cabeza y cansancio, como si fuese una gripe o un resfriado.

Desde esta página quiero animar a todas aquellas personas que tienen dudas a que consulten y que se pongan la vacuna lo antes posible, que no hagan caso a teorías conspirativas de ninguna clase y se pongan la vacuna si médicamente es posible. Yo siempre le pido a la gente que se ponga en los zapatos de aquellas personas que por primera vez se pusieron la vacuna contra la gripe en 1940. Ellos también habrán tenido dudas al respecto, no había conexión a internet y la información no corría como la pólvora por las casas de los ciudadanos. No había opción; o te la ponías o te morías. Y esa es la cuestión a la que nos enfrentamos hoy día, solo que la gente cree estar más informada por las múltiples falacias que aparecen todos los días en las redes sociales, de personas que dicen ser médicos, pero que nadie conoce. Tendemos a hacer casos a teorías conspirativas, quizá como forma de ocultar temores que no queremos reconocer como legítimos y nos escudamos en historias perversas creadas por personas que una vez que apagan su cámara, piden cita para ponerse su propia vacuna.

Es un poco lo que pasa con las personas que defendieron el Brexit y abogaron por él y ahora está pidiendo pasaporte a países europeos o llevan sus negocios fuera del Reino Unido. Pero de esto hablare en otro post.

Manténganse a salvo, sigan las reglas y salven vidas.

Publicado por David H

Canario loco, suelto en Londres en compañia de su esposa e hijos.

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